
Quería incluso simplemente un día, por un día, entrar en mi casa y ahorrarme pisar el primer cadáver, saltar el segundo, imitar la postura del tercero, dar un beso al cuarto. Bueno no, no lo quería, aunque, como era sólo por un día ¿Qué más da? En el frigorífico vive otro cadáver. Es el de ...