Sobre la mesa restos de nada, pan, un periódico de 2002, el cubo de Londres de mi primo muerto, la memoria de una PS2, una matrícula en la que pone Asturias y mi nombre, mi reloj (Casio), un Edding 850, mi monedero en cuyo interior hay 16 euros, mi móvil silenciado, papel de plata, la ...